Ahora los establecimientos de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) busca cambiar un paradigma histórico, al sustituir un pijama único de color celeste para hombres y para mujeres que vayan a ser hospitalizados o a realizarse algún procedimiento médico-quirúrgico.
La presidenta ejecutiva de la CCSS, la máster Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, aseguró que esto es un hito importante, toda vez que respeta los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, principalmente de las mujeres, quienes no van a utilizar las batas rosadas. Además proporcionará mayor comodidad y privacidad; así como un trato igualitario para todos.
Esta medida, que va en dirección de cambiar los roles y prejuicios de la sociedad, forma parte de las acciones enmarcadas dentro de la Política de Género de la CCSS, así lo explicó la coordinadora del Programa de Equidad de Género institucional, la máster Lorna Gámez Cruz. Esta política tiene como objetivo dar pasos seguros hacia la eliminación de toda forma de discriminación basada en género dentro de la institución.
Este cambio se hará gradualmente en los hospitales, primero como un plan piloto en el Rafael Ángel Calderón Guardia, luego seguirán todos los nacionales, posteriormente en Puntarenas, y luego, poco a poco en los demás.
Por otro lado, el gerente de Logística de la CCSS, doctor Esteban Vega de la O, explicó que esta decisión repercute positivamente en la facilidad de la gestión porque al tener un solo color es útil para la compra de la materia prima, confección y lavado; por lo que provoca una reducción de costos para la institución.
De acuerdo con datos de la CCSS, entre enero y julio de este año se produjeron 1 152 850 piezas de la ropa hospitalaria, un 80% de lo producido el año anterior. Esto incluye además del pijama de las personas usuarias, las camisas para los auxiliares de cirugía, la camisa verde y el delantal para los cirujanos y las sábanas.
Respecto a la ropa hospitalaria, la CCSS mantiene una producción mixta por capacidad instalada, es decir, el 60% de la producción se realiza a lo interno y el restante de las prendas se producen con dos contratos con externos. El presupuesto actual de la Caja para esta operación es de ¢4 900 millones.